Por Tomás Meller

Cristóbal Griffero (ING’2018) revela cómo la solidez técnica de su formación fue el factor clave para fundar y escalar la startup chilena reconocida por CB Insights como una de las 100 fintech más innovadoras del mundo.

Fintoc se ha consolidado como un actor relevante en el ecosistema fintech de Latinoamérica, procesando millones de transacciones y captando la atención de los principales inversionistas globales. Su fundador, Cristóbal Griffero, egresado de Ingeniería en Computación de la Universidad de los Andes, enfatiza que la clave de este éxito radica en la profundidad técnica obtenida durante sus estudios, esencial para abordar la complejidad de la banca digital.

La idea de Fintoc, fundada en 2020, surgió de una brecha que Griffero identificó entre la automatización de la programación y la rigidez del sistema bancario tradicional. “Siempre vi que había mucha desconexión entre la plata y lo que era el mundo de la programación”, explica.

Mientras que en el mundo de las tarjetas bancarias el flujo de pago es instantáneo y automático, la verificación de transferencias bancarias exigía una intervención humana: “Algo tan simple como ‘quiero ver cuánta plata tengo en el banco’ o ‘quiero ver si es que un pago me llegó o no me ha llegado’... No había una forma sin un humano de por medio”.

Fintoc se propuso eliminar esa limitante, estableciéndose como una tecnología que conecta a los bancos con los comercios. Hoy, la empresa procesa más de 240 millones de dólares en volumen mensual de pagos y ha sido utilizada por 6,4 millones de chilenos.

La sólida formación técnica obtenida en la Universidad de los Andes le otorgó una ventaja competitiva inicial:

Fundación rápida y de bajo costo: Junto a su socio, ambos ingenieros, pudieron lanzar una versión funcional del producto en solo tres meses y sin depender inicialmente de grandes inversiones externas.

Hitos globales impulsados por la excelencia:

El trabajo de Fintoc ha sido validado a nivel internacional. La empresa fue acelerada por Y Combinator (YC), considerada por muchos como la aceleradora más importante del mundo. Además, fue reconocida en el Top 100 de las fintech más prometedoras a nivel global por la plataforma de análisis de datos CB Insights.

Estos logros están estrechamente ligados a un valor fundamental que Griffero reveló haber adoptado en su formación en la Universidad de los Andes: el trabajo bien hecho y la excelencia.

“Creo en el trabajo duro, la excelencia, el amor, el trabajo bien hecho. Eso incluso es un principio operativo que hemos adoptado en Fintoc y que aprendí inicialmente en la Universidad”, señala.