“Este trabajo posee un propósito enorme que me llena el alma”
Daniela Kutz, alumni ADS, trabaja en la Fundación Nocedal, que aporta en la educación de calidad en las comunas de La Pintana y Puente Alto. Como ella, otras alumni se desempeñan en organizaciones sociales, como la Fundación Banigualdad; Por Todas; Casa Familia y Casa de Luz y Chilesincancer, entre otros.
La Escuela de Administración de Servicios se reunió recientemente con alumni que se desempeñan laboralmente en distintas fundaciones. “Ha sido una instancia sumamente enriquecedora, ha permitido el encuentro de egresados de distintas generaciones, que desde su desarrollo profesional y su posición actual pueden compartir experiencias, fortalecer redes y relacionarse de una manera distinta con pares en posiciones similares a las suyas. El mundo sin fines de lucro, en general, resulta muy consistente con el ADN de la carrera y su perfil de egreso. Es una industria donde el concepto de servicio está en la base de su propuesta de valor, y donde se evidencia, con especial énfasis, la importancia de la centralidad de la persona, el respeto por la dignidad de los usuarios del sistema y la necesidad de profesionalización de la gestión como una forma concreta de reconocimiento de esa dignidad, permitiendo entregar servicios de excelencia”, explica María Isabel “Lula” Jottar, directora de ADS UANDES.
Cecilia Gracia, alumni ADS, trabaja en la Fundación Chilesincancer desde el 2019, donde se desempeña como directora ejecutiva, organización que busca disminuir la desigualdad de oportunidades frente al cáncer y articula alianzas público-privadas para entregar mejores diagnósticos y tratamientos para los adultos atendidos en el sistema público de salud. “Las herramientas que me entregó ADS me han servido para desenvolverme en varios ámbitos, siempre con el foco en el beneficiario final, que en mi caso, son los pacientes”, comenta Cecilia.
En la Fundación Nocedal se desempeña la alumni ADS Daniela Kutz como jefa de estrategia comercial, encargándose de asegurar el cumplimiento de los objetivos en esta área y del posicionamiento de marca. “En 2018, junto a un grupo de amigos, fundamos la primera guardería infantil para niños migrantes en Chile, La Estampita, ubicada en la parroquia La Estampa en Independencia. Después de cinco años de dedicación en ese proyecto, surgió la oportunidad de unirme a la Fundación, donde hemos trabajado en las comunas de La Pintana y Puente Alto. Lo más gratificante es ser testigo de cómo la educación transforma la vida de nuestros alumnos, junto con la de sus familias y su entorno. Este trabajo posee un propósito enorme que me llena el alma. Sin duda, ADS es una carrera que fomenta un compromiso profundo por sobresalir en cualquier entorno profesional en el que te encuentres y promueve una mentalidad de servicio con un propósito”, detalla Daniela.
“El 2010 busqué dónde desempeñarme en el ámbito social, para ayudar a personas con menos oportunidades, e ingresé a un programa social del Ministerio del Trabajo y luego al FOSIS, donde adquirí las herramientas necesarias para luego trabajar en la Fundación Banigualdad. Trabajo en ese lugar desde el 2014, como jefa de crédito, a cargo de varios equipos de trabajadores sociales que capacitan y entregan crédito a emprendedores que no tienen acceso a la banca tradicional. La carrera de ADS me entregó herramientas técnicas y habilidades blandas para trabajar con empatía, eficiencia y siempre con foco en el servicio”, destaca Bárbara Picasso, alumni de ADS.
Isidora Vicente, también alumni de esta carrera, desde sus inicios profesionales combinó su trabajo de ADS en empresas con trabajos sociales en sus horas libres. “Para el estallido social, decidí, junto a otras socias, a salirme del mundo corporativo para participar en la creación de la Fundación Por Todas, donde soy la directora ejecutiva. En la fundación visibilizamos y empoderamos los liderazgos femeninos barriales como agentes de cambio sociales en sus comunidades y en la sociedad en general. En la pandemia empezamos a trabajar con las mujeres que lideraron las ollas comunes y desde ese momento no hemos parado en estos 4 años”, cuenta Isidora. “ADS es la única carrera en Chile que forma a sus alumnos para gestionar empresas o emprendimientos a partir de la mirada del cliente y su entorno, para luego definir las estrategias, productos e indicadores para generar utilidades. Gestionar una fundación es exactamente lo mismo que una empresa, con la gran la diferencia de que no hay clientes y sí hay beneficiarios, y en vez de utilidades, lo que se busca es transformar vidas y realidades. Por lo tanto, la orientación de ADS hacia los usuarios y al servicio ha sido una gran ayuda para generar incidencia y cumplir con el propósito de la Fundación”, señala.
En el caso de Mónica Gana, alumni de ADS, ha participado en la formación y dirección de dos iniciativas de ayuda social: la Fundación Casa Familia y Casa de Luz. La primera es un hogar que -hace 23 años- acoge a 30 niños oncológicos del Hospital Calvo Mackenna junto con sus padres, mientras dura su tratamiento. El 25% de ellos no se mejora y de este porcentaje no todos tienen las condiciones para recibir cuidados paliativos de calidad en sus casas. Este es uno de los motivos por los que Mónica también fue parte de la creación del hospicio pediátrico Casa de Luz, “el primero de Sudamérica que acoge a niños y adolescentes enfermos, de escasos recursos y sin red de apoyo social, donde encuentran un segundo hogar para vivir, en compañía de sus familiares, en la etapa final de su vida”, puntualiza.
En la Fundación Senderos, centro de intervención psicosocial para acoger y apoyar a personas que han sido impactadas por un problema de salud mental, trabaja desde 2022 la alumni ADS Isabel Casse. En ese lugar se desempeña como jefa de administración, a cargo de recursos humanos, operaciones y la recaudación de fondos. “Las herramientas que aprendí en ADS te enseñan a aplicar una mirada integral en las diferentes áreas que componen una organización, donde lo más importante es la entrega de un buen servicio. Apoyo al equipo de profesionales que trabaja en la fundación para que puedan realizar bien su trabajo, y en el caso de quienes asisten a la fundación, el poder contribuir en forma indirecta en que puedan construir su proyecto de vida”, agrega.
El Banco de Ropa es una fundación que desde hace 18 años entrega cariño, autoestima y dignidad a los más necesitados a lo largo de Chile, entregando ropa 100% nueva y en perfecto estado – donada por retailers- la que se entrega de manera personalizada, con su nombre y apellido, de acuerdo a la talla y características de cada persona. “Entré a trabajar a la fundación porque siempre he tenido una profunda inquietud de poner mis talentos y mi profesión al servicio de los demás. Creo importante profesionalizar las organizaciones que trabajan en el bien del país y que suplen muchas veces a donde no llega la ayuda. Trabajo con retailers, empresas, organizaciones sociales, municipalidades e Instituciones Públicas. Me toca unir dos realidades -que de lo contrario no dialogarían- y así aportar una sociedad a que la sociedad sea más justa y humana”, afirma Ignacia Moreno, alumni ADS que trabaja en esta fundación.