María Jesús Alarcón (ENF16) siempre tuvo interés por hacer un voluntariado fuera de Chile, en un lugar donde pudiera poner su formación profesional a prueba. Se contactó con una compañía que promovía estas iniciativas en India, y hoy se encuentra viviendo en un orfanato, cerca de la ciudad de Chennai, cuidando a niños con necesidades especiales.

Su intención era poder ejercer la enfermería desde la técnica misma, los procedimientos y todo lo que implica el cuidado de los pacientes, pero se encontró con que lo que realmente se necesitaba aquí era la enfermería pura, desinteresada, esa que acompaña al otro en su dolor, desde la real vocación.

“La experiencia ha sido muy dura, duermo en una cama que es una colchoneta y no como mucho, pero eso no es nada comparado con las condiciones en las que viven los más pequeños. Ellos duermen en el suelo, se alimentan solo de arroz, muchas veces los golpean y están todos enfermos (fiebre, diarrea y resfrío). Cuando uno de ellos me sonríe siento que el día ya está pagado”, contó.

Ayuda en todo lo que se necesita, pero más que nada pasa tiempo con ellos, les hace cariño y los abraza. “Es verdad que estoy haciendo algo muy distinto a lo que siempre hago, también diferente a la que esperaba, pero muy gratificante”, agregó.

Llegando a Chile, María Jesús quiere volver a estudiar, para estar más preparada profesionalmente, pero también quiere empezar un proyecto de voluntariado orientado a su carrera. “Como enfermeras(os) tenemos mucho que entregar y hay pocos programas que nos ayuden a hacerlo”, concluyó.