Por Tomás Meller

Dos alumni de la Universidad de los Andes están detrás de uno de los emprendimientos más destacados del año. Francisca De la Piedra (DER’10) y Javiera Moreno (PER’06), son las fundadoras de Umano, un startup chileno recientemente seleccionado por El Mercurio dentro de las 100 startups más prometedoras de Chile.

El proyecto nació en plena pandemia, en una conversación entre vecinas y madres de niños del mismo colegio. Francisca, quien ejercía como abogada, tomó un caso de violencia intrafamiliar. “Tomé un caso de violencia intrafamiliar muy complejo y vi cómo contar con apoyo profesional cambió la vida de esa familia. Me pregunté cómo hacer que ese acompañamiento llegara a más personas”, recuerda.

Así surgió la idea de crear un espacio de apoyo integral que conectara a las personas con profesionales especializados. Javiera, desde su formación periodística, aportó la mirada comunicacional y humana para transformar esa idea en un proyecto concreto. “Partimos ofreciendo asesoría legal, pero nos dimos cuenta de que las personas necesitaban algo más: acompañamiento psicológico, orientación financiera y un apoyo real para equilibrar lo personal y lo laboral”, explica.

En 2022 formalizaron Umano, un programa de asistencia al colaborador y su familia que combina asesoría legal, psicológica, social y financiera, junto con el uso de datos e indicadores para medir el bienestar y su impacto en las empresas. “Creemos que cuando las personas están bien, las organizaciones también lo están”, afirman.

Hoy, Umano cuenta con más de 40 integrantes, entre su equipo administrativo y los profesionales que atienden directamente a trabajadores de distintas compañías. Su propósito es claro: promover el bienestar de las personas dentro de las empresas, entendiendo que los desafíos personales influyen directamente en el desempeño laboral.

El reconocimiento como una de las startups más prometedoras fue una gran sorpresa. “Nos enteramos mientras esperábamos una reunión comercial. Fue una emoción enorme, porque emprender es remar todos los días. Este tipo de reconocimientos te recuerda que vas por buen camino”, comenta Javiera.

Ambas fundadoras coinciden en que su paso por la Uandes fue clave para el desarrollo de Umano. “La Universidad nos enseñó a hacer las cosas bien desde lo ético, con profesionalismo y respeto por las personas. Ese ADN está en todo lo que hacemos”, destaca Francisca. Javiera añade: “El nivel de exigencia, la formación práctica y la mirada humana que promueve la Uandes te preparan para crear, cuestionar y aportar desde donde estés. Eso fue fundamental para atrevernos a emprender”.

Con tres años de historia y una tercera socia incorporada, Umano sigue creciendo y consolidándose como un modelo innovador de bienestar corporativo con enfoque humano. Su historia refleja los valores de la Uandes: compromiso, excelencia y vocación de servicio.