Dra. Virginia de la Lastra (MED’05): “A través del estudio de los pequeños seres vivos uno se da cuenta de que el mundo es enorme”
La especialista en Microbiología también es ilustradora médica.
Los inicios en la Medicina por parte de la académica de la Facultad de Medicina, Virginia de la Lastra, se remontan a su adolescencia, época en la que habló con muchos médicos para orientarse en lo que sería su profesión, “no tenía idea de en qué me estaba metiendo, recuerdo que entrevisté a muchos médicos antes de decidirme por Medicina, pero no sé si lo que me movió a esta elección fueron sus respuestas, tan asertivas y profundas. Por suerte me encantó la carrera, era entretenida y cada materia me abría un mundo”, agregó.
Sin embargo, no solo la medicina parecía ser su pasión, también lo era la lectura, por esa razón realizó un Master of Arts in Apologetics en la Houston Baptist University. “En 2005, cuando estaba preparando el último examen de pregrado de la carrera, cayó en mis manos un libro polvoriento y viejo, de un tal G. K. Chesterton llamado “Ortodoxia”. Este autor invadió la consulta, el laboratorio y el hospital donde trabajaba, la sala de clases donde enseñaba, mi vida personal, hasta que no me quedó más opción que estudiar a este intruso seriamente”, expresó.
Así fue como un par de años más tarde la alumni de Medicina llegó a Houston sin conocer a nadie, con el fin de estudiar Apologética Imaginativa (Master of Arts in Apologetics), que integraba los conceptos de imaginación y razón. “Muchos se sorprendieron porque pensaban que iba a estudiar más Medicina.Me iba a vivir a Houston, donde hay enormes y prestigiosos centros médicos, pero no era así”. En realidad, sus intenciones eran mezclar los postulados de Chesterton, junto con su conocimiento médico.
Esta mezcla la llevó, sin querer, a la ilustración médica, cuando empezó a mirar críticamente las tapas de los textos. “Todo partió porque hice una efusiva queja sobre la fealdad de las tapas de los libros de Ortodoxia en la conferencia de Chesterton el año 2015. Encontraba que eran tristes y poco atractivas, que solo mostraban cruces e iglesias -todas formales y solemnes- cuando el título que Chesterton había querido ponerle al libro era ‘Mis aventuras elefantinas en persecución de lo obvio’”, señala.
“Uno podría pensar, ¿qué tiene que ver todo esto con la Microbiología y la Medicina? Como diría Chesterton, en este mundo hay un solo gran tema, y todo lo que es verdadero está conectado. Yo no veía -y todavía no logro ver- grandes diferencias entre las diferentes materias”. Agrega que “la Medicina requiere del pensamiento crítico, y el mejor lugar para empezar a pensar es el asombro”.
Actualmente, Virginia imparte el ramo Agentes Infecciosos para alumnos de 3ºaño de Medicina y clases de Infectología para alumnos de 5ºaño, ”lo entretenido de enseñar este ramo, es que a través del estudio de los pequeños seres vivos, ¡uno se da cuenta de que el mundo es enorme! El microscopio no solo agranda las cosas chicas, sino que también nos agranda el mundo en que estamos”.