En el hospital, en la cocina, en el trabajo, “en medio de las cosas más materiales de la tierra”, dos alumni y una alumna UANDES lideran iniciativas para ir en apoyo de quienes más lo necesitan en esta crisis sanitaria. Convocados por la Dirección de Cultura Corporativa de la Universidad de los Andes, en el marco de la fiesta de san Josemaría, que se celebra el 26 de junio, tres jóvenes conversaron con el académico Juan Ignacio Brito sobre lo que los inspira para sacar adelante sus proyectos:

Te escribo porque…

Lucía María Debesa (DER 16) es egresada de Derecho y actualmente cursa el Doctorado en la misma Facultad. Junto a sus dos hermanas vio la necesidad de compañía que presentaban las personas hospitalizadas, en circunstancias en que no podían recibir visitas producto de la cuarentena y se animaron a replicar un proyecto español para que cualquier persona pudiera escribir cartas a los enfermos. “No podemos abrazarnos, pero sí podemos acompañarnos a través de las palabras”, explica sobre esta posibilidad de ayudar desde casa. “Veníamos de un período de mucho odio y esto ha reforzado la esperanza en la humanidad, ha sido muy emocionante”, asegura sobre el efecto que ha tenido el proyecto, que actualmente llega a 25 hospitales y fundaciones y cuenta con alrededor de 30 voluntarios.

“Mi hermana es enfermera –Laura Debesa (ENF 13)– y nos cuenta cómo el mismo personal de salud se emociona con las cartas y quiere leerlas”, comenta sobre su voluntad de destinar 15 minutos de su almuerzo para leer una carta, a pesar de la presión a la que están sometidos. “La pandemia nos ha quitado a algunos un poco más o un poco menos, pero creo que nunca nadie nos va a poder quitar nuestra capacidad de amar. Eso se ha reflejado mucho en la pandemia, porque somos los seres vivos capaces de darle sentido a nuestro dolor. Amor es buscar el bien del otro, salir de uno mismo y entregar sonrisas a un desconocido”, asegura sobre cómo ver a Dios en una persona hace que los números que se entregan diariamente tengan un nombre y un sentido.

“El gran privilegio del hombre es poder amar” (SJM)

 

“La palabra amor es la que más presente ha estado en la realización del proyecto… He visto reflejada esta frase en todas las personas que participan.”

Los interesados, pueden escribir sus cartas a teescriboporque@gmail.com o pueden seguirlos a través del Instagram @proyectoteescriboporque para conocer más sobre él.

Todos con La Pintana

Fernanda Thompson es alumna de Derecho, es vecina de la comuna de La Pintana y estudió en el colegio Almendral. Su inspiración para dar inicio a esta campaña por redes sociales para realizar ollas comunes surgió del comedor solidario que hace años impulsa el P. Marcelo Cano de la parroquia Jesús el buen pastor, en el sector El Castillo, “con pura fuerza de voluntad”. “Hoy, en el contexto de la pandemia, el comedor es lo más importante que tienen ellos… trabajan con personas de la tercera edad, con gente en situación de calle”, explica sobre las necesidades que atraviesa esta comunidad tan vulnerable. “El Papa Francisco dijo ‘hagan ruido’ y hoy ese ruido es ayudando. Los invito a salir de sí mismos, a salir de su zona de confort, porque nosotros somos la Iglesia. Hagamos ruido, escuchemos y acompañemos”, instó Fernanda para que todos seamos parte del cambio.

“Hoy no podemos bajar los brazos, no podemos darnos el espacio para quedarnos tristes, hay mucha gente que nos necesita y esa necesidad debe ser mi arma… saber que quien está al lado mío hoy no tiene para comer. Ese es el llamado que hace la campaña Todos con La Pintana”, plantea quien enfrentó varias negativas antes de recibir los primeros $5.000 de donación y que hoy se han transformado en más de $280.000, que ha permitido llevar alimentos a los vecinos de la comuna, así como insumos de protección para los voluntarios que reparten las ollas comunes.

“No te quepa duda de que este momento de locura es momento de santidad” (SJM)

“Si san Josemaría estuviera aquí en El Castillo, él me hubiese dicho esta frase. El mejor acto de amor en el contexto actual es quedarnos en casa, pero hay quienes no pueden. Y el llamado es a pensar en qué podemos hacer en este momento de locura para alcanzar la santidad, sin olvidarnos de las personas que trabajan, que son voluntarios y, sobre todo, de quienes no tienen para comer.”

Los interesados en conocer más sobre el proyecto y aportar de alguna forma, pueden seguirlos en el Instagram @todos.con.la.pintana

Co-Emprende (La Pincoya)

Maximiliano Llévenes (ICOM 19) estudió Ingeniería Comercial, donde participó en “Formando Chile”, proyecto social a través del cual un grupo de voluntarios hacía clases a niños de la comuna de La Pincoya los sábados en la mañana. “Me fui encantando con la población y con los proyectos sociales, por lo que decidí que mi primer trabajo sería una muy buena oportunidad para mezclar lo social y lo comercial, que fue lo que estudié, y la mejor opción que encontré fue Co-Emprende, donde trabajo como director desde marzo”, explica sobre su participación en esta fundación que nació en 2013, con el objetivo de asesorar a microempresarios de sectores vulnerables. Hoy son 66 profesionales voluntarios que semanalmente asesoran a 33 microempresarios, quienes, además, pueden participar en talleres mensuales y postular a capitales semilla para sus emprendimientos, con un triple objetivo: rentabilizar su negocio, promover el ahorro y generar puestos de trabajo. “Tenemos un caso muy especial para nosotros, que es una microempresaria que participó en Co-Emprende en 2015, que vendía sushi desde su casa y que hoy cuenta con un local muy importante en Huechuraba, donde ha ganado premios al mejor restaurante de la comuna”, ejemplifica sobre cómo las herramientas que entregan surten efecto.

Hoy continúan con estas asesorías a través de plataformas virtuales y “siempre invitamos al voluntario a que vaya más allá del negocio, a que conozca a la persona, a su familia, a todo lo que lo envuelve, porque tenemos mucho que aprender de ellos”, asegura.

“El mundo es de Dios, pero Dios lo alquila a los valientes” (SJM)

“Dios siempre nos invita a vivir experiencias, especialmente, entregarse al prójimo, a atreverse a involucrarse en algún proyecto social, a conocer historias de personas que luchan día a día por sus familias y conocer testimonios de gente que necesita ayuda y a quienes, muchas veces, nosotros podemos ayudar… Lo que uno recibe, lo que uno aprende, lo que uno vive vale mucho más de lo que uno entrega.”

Los interesados en conocer más o participar de esta fundación pueden seguirlos en el Instagram @coemprende o escribir a contacto@coemprende.cl.

Ver el conversatorio a continuación: