Las primeras 13 matronas de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de los Andes se integran al sistema de salud nacional del país. Estas profesionales son parte de la primera generación de egresadas que comenzaron su formación hace cinco años cuando inició la carrera de Obstetricia en la UANDES.

“Han sido años intensos, desde el primer día hemos trabajado para formarlas de manera integral. Todos estos años hemos contado con el compromiso de todo el cuerpo docente y administrativo preocupados de dar una enseñanza de calidad, viendo cada detalle detenidamente, siempre buscando la excelencia. El centro siempre ha sido su formación integral, lo científico, valórico y humano. Creemos firmemente que esos tres pilares son la base de una formación de excelencia”, cuenta Isabel Núñez, directora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura.

La Escuela que pertenece a la Facultad de Enfermería y Obstetricia comenzó el año 2015 y su misión es contribuir a la formación y desarrollo de licenciados y profesionales de Obstetricia y Puericultura, con un sello humanista y altas competencias en el cuidado de la mujer, del recién nacido y su entorno familiar. Además, busca formar profesionales íntegros, capaces de brindar un cuidado centrado en la persona, resolver problemas con autonomía, utilizando el pensamiento crítico y enfrentar desafíos con sensibilidad social y espíritu de servicio, a través de la excelencia en la enseñanza e investigación.

Isabel señala que tener a estas primeras egresadas es un motivo de gran “alegría y emoción” para la Escuela “porque vemos el fruto de 5 años de gran compromiso en su formación, pero también orgullo y satisfacción al verlas convertidas en excelentes matronas, con sólidos conocimientos científicos pero también con una mirada humana que sabemos las distinguirá donde sea que se desarrollen profesionalemente”.

La Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de los Andes busca ser un referente de excelencia en la formación de matronas, que se distingan en su trabajo por reconocer el valor inviolable de toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, aplicando en su trabajo los principios éticos fundamentados en la verdad sobre la persona; promover en la sociedad el valor del trabajo bien hecho, el espíritu de servicio y la preocupación por los detalles; fundamentar su trabajo en la mejor evidencia científica disponible y la formación profesional permanente, generar nuevo conocimiento e innovar en el cuidado brindado a la mujer y al recién nacido; y contribuir a generar ambientes de trabajo seguros, ejerciendo un liderazgo proactivo y visionario, que fomente el trabajo en equipo e interdisciplinario.