El negocio del agua embotellada ha experimentado una importante sofisticación, donde hemos respondido como consumidores con una importante demanda. Según datos de Euromonitor, en siete años el consumo de agua embotellada se duplicó en el país, pasando de 268 millones de litros en 2009 a 523 millones en 2016.

Sobre el consumo per cápita de agua embotellada en Chile, se aprecia que si hace siete años los chilenos consumían 16 litros, hoy esa cifra llega a 29 litros. Además, durante 2016 las personas invirtieron US$ 25 (unos $16 mil) en compras de agua embotellada, lo que equivale al doble de lo gastado en 2009.

Para 2021 se calcula que el consumo llegará a 745,7 millones de litros, mientras que sus ventas totalizarán US$ 627,5 millones.

Se espera que en los próximos años Chile siga la misma tendencia que registró el año pasado Estados Unidos, donde por primera vez el consumo de agua embotellada superó al de las bebidas gaseosas.

En este contexto, es importante preguntarse cómo trabajar una marca en un mercado hiper competitivo, cómo innovar y cómo seguir creciendo, entre otras interrogantes.

Para abordar esta tendencia hemos invitado a Alvaro Muñoz, ingeniero comercial y Brand Manager de Cachantún.