Es viernes.  

Y nuestro cuerpo sabe que los viernes es el momento del relajo, del encuentro, del carrete. Pero ahora todos los días parecen iguales. Igualmente inciertos, volátiles y tensos. Y es difícil saber si es hoy, ayer o mañana, como cantara Federico Moura. (Virus, Sin disfraz) 

En estos días donde el deber se impone sobre el placer, es bueno recordar lo que nos enseñara la profesora Marie Åsberg, de la Universidad de Estocolmo: por hacer lo que debo, dejo de hacer lo que me gusta y nutre. Y así, cada día hay menos espacio para la nutrición, y me voy quedando sin fuentes de energía. Esto me lleva inevitablemente al agotamiento y el burnout. Entonces, ya que es viernes, y tu cuerpo lo sabe, no permitas que se le olvide. Cumple con tu deber de pasarlo bien.