Mi celular siempre me dice cuántos pasos he dado. Mi meta diaria eran 10 mil e iba bastante bien. Además, había partido en marzo con yoga tres veces a la semana. Junto a lo anterior, volviendo de vacaciones empecé una dieta detox (una selección de alimentos y manera de comer que potencia la capacidad de desintoxicación de nuestro cuerpo).  

 

Pude sostener la dieta, más no el ejercicio. El día que salgo a caminar me marca solo 2 mil. Y lo noto.  

 

La evidencia muestra consistentemente que no hacer ejercicio es una mala idea, y todos lo sabemos. Disminuye los síntomas ansiosos y depresivos, sube el ánimo, fortalece el sistema inmune, nos despeja la mente. Blábláblá 

 

El problema es hacer algo, salir de la rutina para entrar en una nueva. Y eso es lo que no me resulta, hasta ahora. Acabo de decidir que me voy a poner serio con esto. La literatura, basada en la experiencia de muchos, señala que un hábito se construye en al menos 21 días, y que el camino fácil es el camino al éxito: pequeñas cosas que me parezcan entretenidas y a las que pueda ir sumando otras acciones. La rutina que ejecutaré, a partir de este momento, es saltar en la cama elástica 5 minutos, y hacer 3 planchas de tres minutos cada una. Pero sé que no voy a hacer eso altiro…. A quién quiero engañar. 

 

Lo que sí puedo hacer ya, es hace saltos de tijera, un minuto, al menos 4 veces al día. 

 

Acabo de volver. Me hizo estupendo.