El subdirector del Colegio de Humanidades del Sagrado Corazón de Jesús en Villarica conversó con Radio María sobre su misión como profesor. Compartimos algunos extractos de la entrevista.

El profesor transmite esperanza a sus alumnos porque les hace ver que vale la pena vivir. Todo niño espera esa afirmación en primer lugar de sus padres y luego de otros adultos, que se lo reafirman. La esperanza también se transmite enseñando que en la vida hay dificultades, hay dolor, sacrificio, pero se puede ir enfrentando y no se opone a la felicidad.

Así mismo, para transmitir la esperanza hay que mostrarles tres cosas trascendentales: la verdad, la belleza y la bondad. Y eso se da a conocer a través de la experiencia. En primer lugar, cuando uno trata a sus alumnos con bondad por su nombre, los mira a la cara, los acoge en sus vulnerabilidades con misericordia y perdón, tal como lo hacía Jesucristo.

Además, para que el deseo de conocer de estos muchachos sea aún más fuerte en ellos, se tienen que admirar, asombrar. Ahí se va reforzando este deseo de querer conocer la verdad. Y ahí viene el desafío de quienes educamos porque uno tiene una tremenda responsabilidad con esas almas. Las familias confían en nosotros. Y los jóvenes tienen derecho a tener experiencias de verdad, belleza y bondad, pero muchas veces en la cultura actual esos principios no están difundidos, al contrario.

Cuando el muchacho conoce la verdad puede maravillarse por lo creado, ver que la naturaleza es perfecta y que es imposible que el azar haga orden, perfección y belleza, y entonces puede terminar elevando su mirada a Dios. Ojalá que los alumnos puedan llegar a eso a través de un profesor que los guíe y oriente y así se hagan esas preguntas y las puedan responder”.